Argentina es el único país del mundo que tiene una diversidad de cotizaciones de moneda extrajera irracional y anti técnica.
Las variantes suelen esconder beneficios sectoriales para un minúsculo grupo cuyos intereses están puestos en ganar más haciendo menos.
Pero develar el entramado de beneficios a los que acceden algunos grupos es demasiado complejo y tedioso para el lector de internet.
Es por ello que solo me abocaré a narrar los efectos colaterales de un remedio que pretende sanear las golpeadas reservas por el dislate al que, el propio gobierno con sus genialidades, ha sometido a la economía.
La aparición del denominado dólar soja 2 (la 17° variante de una misma moneda que tiene un solo valor de referencia en su país emisor), suma una serie de dificultades para una economía que ya no resiste más by pass en los vasos comunicantes de la cadena de valor y producción.
No solo le resta credibilidad al gobierno al sostener que es la ultima cotización que ofrecerá (ya lo había señalado cuando impuso el de 200), sino que además destruye las referencias en otras cadenas.
Los vasos comunicantes, a los que hice referencia supra, tienen en la cotización del valor local e internacional de la soja un efecto indisimulable.
La soja ya no está en manos de los productores, está en poder de grandes exportadores que frotan sus manos al ver como el gobierno cede 15% más en pesos para la exportación del producto.
Esos recursos deberán salir de las arcas a modo de emisión o deuda.
El beneficiario, claramente, es el agroexportador. Pero el problema no es del gobierno. Los costos de los efectos colaterales los asumirá la sociedad en su conjunto.
La transferencia alegre de recursos a los grupos concentrados y expuestas mediáticamente por el oficialismo como un logro de gestión, no es más que la suma de elementos para la presión inflacionaria y la devaluación de la moneda local que deprime el mercado de consumo interno.
Volviendo sobre los vasos comunicantes, la idea que estas medidas dispuestas por el ministro de economía, Sergio Massa, son inocuas para el mercado interno, es de análisis de la salita azul del nivel inicial educativo escolar argentino.
La cotización del precio de la soja en el mercado interno impacta en la reconversión de la misma en proteína animal. Los alimentos balanceados de feedlot, de las granjas porcinas, la cadena lechera, de la cadena avícola y hasta de las mascotas, tiene un componente base de un producto cuya cotización se elevó por las medidas adoptadas por el Abogado Massa.
La producción de biodiesel necesario para el corte en combustibles, también sentirá su impacto.
Quedarse con el “beneficio” es poco menos que irresponsabilidad del gobierno. La falta de análisis en profundidad de cada medida que se adopta, si no es negligencia, es mala praxis.
La esquizofrenia económica no resiste más remedios con estas características. Ser el mandadero del ajuste no te convierte en un buen gestor de crisis. La sociedad no resiste más los efectos colaterales de los “beneficios de las medidas económicas”