La CGT copó la Plaza de Mayo contra la reforma laboral y advirtió con un paro nacional

La CGT copó la Plaza de Mayo contra la reforma laboral y advirtió con un paro nacional

En una masiva movilización, la nueva conducción de la central obrera endureció su discurso frente al proyecto oficialista. Pese a la presión sindical, el Gobierno aceptó postergar el debate en el Senado para febrero, aunque mantiene firme la firma del dictamen.

La Confederación General del Trabajo (CGT) dio hoy una muestra de fuerza en las calles con una movilización masiva hacia la Plaza de Mayo. En un clima de alta tensión política, los principales referentes de la central obrera manifestaron su rechazo absoluto a la reforma laboral impulsada por la gestión de Javier Milei y lanzaron una advertencia tajante al Poder Ejecutivo: si no hay cambios en el rumbo económico y legislativo, el próximo paso será un paro general nacional.

El acto central, que comenzó a las 15:00, sirvió como presentación formal en la acción directa de la nueva conducción del triunvirato de la CGT, integrada por Jorge Sola, Cristian Jerónimo y Octavio Argüello. Los dirigentes estuvieron acompañados por las dos vertientes de la CTA y diversas organizaciones sociales, conformando un frente de unidad contra la iniciativa oficialista que se debate en el Congreso.

Discursos de combate y advertencia de paro

Los oradores coincidieron en señalar que el proyecto de ley no busca generar empleo, sino precarizar las condiciones actuales. «Siguen sin escucharnos», reclamó Jorge Sola desde el escenario, para luego advertir que profundizarán el plan de lucha si el Gobierno persiste en su actitud.

En la misma línea, Octavio Argüello fue directo sobre las medidas a seguir: “Este plan de lucha recién empieza y, si no somos escuchados, vamos a terminar en un paro nacional”. Por su parte, Cristian Jerónimo cuestionó el fondo de la reforma al asegurar que el texto «está redactado de manera regresiva para favorecer a las grandes corporaciones, excluyendo a jóvenes y mujeres y sin beneficiar a las pymes».

El operativo y la respuesta oficial

Desde temprano, la zona de la Casa Rosada amaneció vallada y bajo un estricto control policial. Si bien el Ministerio de Seguridad intentó aplicar el protocolo antipiquete para evitar cortes totales, la magnitud de la columna humana dificultó las tareas de contención, obligando a una aplicación laxa de la normativa ante el volumen de manifestantes.

Desde el ámbito legislativo, la respuesta no tardó en llegar. Patricia Bullrich, actual presidenta de la bancada libertaria en el Senado, apeló a la ironía a través de sus redes sociales: «Gracias a la CGT por sus palabras. Las tendremos en cuenta. Ahora volvemos a lo importante», publicó la senadora, restándole peso a la proclama sindical.

Giro en el Senado: El debate pasa a 2026

Mientras la plaza rugía, en los pasillos del Senado se producía un cambio de estrategia. Ante la falta de consenso total y la presión social, el oficialismo anunció que, si bien firmará un dictamen «abierto a modificaciones» en las próximas horas, el tratamiento en el recinto se postergará para el 10 de febrero de 2026, en una segunda etapa de sesiones extraordinarias.

«Este ha sido el pedido de muchos sectores: poder trabajar esta ley en vez de discutirla el 26 de diciembre», explicó Bullrich, argumentando que la última semana del año se priorizará la votación del Presupuesto 2026.

Desde la oposición, el senador Mariano Recalde (Fuerza Patria) celebró la prórroga para evitar un tratamiento «express», aunque criticó que el dictamen actual sigue sin recoger las observaciones de los sectores trabajadores.

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