El dibujo es una representación gráfica en dos dimensiones, es decir, en el plano horizontal.
La definición aplica para una obra de arte. Sin embargo, existe una acepción del término que corresponde a la representación abstracta de una realidad paralela.
Para el caso basta con mencionar el concepto de dibujo contable para asociarlo directamente al intento de embaucar al espectador con cifras irreales mediante el “dibujo de números que distan de ser reales”
Técnicamente podría decirse que es la obra de un embustero que pretende instalar una realidad supuesta sobre la cruda realidad.
El Presidente Argentino, Javier Milei, trazo líneas de una realidad supuesta difícil de sostener con argumentos válidos.
El texto frío de la norma elevada ayer por el mandatario nacional al parlamento presenta claras desviaciones sobre lo supuesto y la realidad que emerge de las entrañas del país.
El primer punto para el análisis es el fuerte incremento previsto para el ejercicio fiscal del componente monotributo. El cuadro revela que el gobierno espera un incremento del 196,9% frente al año corriente y con una inflación que promete bajar al 18%.
El monotributista debería contribuir para que los números le cierren al gobierno en un contexto de retracción económica y sin financiamiento posible por sobreendeudamiento.
Otro punto crente de consistencia es el incremento del componente no coparticipable de retenciones a las exportaciones.
Más allá de que Milei prometiera bajar la carga fiscal que carga sobre sus espaldas el campo, en sus planes estaría multiplicarla.
La cuasi afirmación parece temeraria. Sin embargo, datos incontrastables muestran una caída de la superficie sembrada de trigo, la que además fue afectada por la sequía, lo que redundará en menos ingresos en concepto de retenciones al fisco nacional.
Siguiendo con el mecenas financiero del país, el sector agrícola redujo, por razones varias, la superficie implantada con maíz y analiza seriamente el escenario hídrico para avanzar con la implantación de la soja.
Explicar una suba del ingreso por retenciones no es sencillo sin mencionar una fuerte devaluación o, lo que es peor aún, un aumento de los aranceles referidos.
Estos dos argumentos son los únicos que podrían explicar una suba de los ingresos al fisco en el contexto arriba descrito y sumando a esto una caída del precio internacional de la oleaginosa.
El otro incremento significativo previsto es en concepto de impuesto a los combustibles. La recaudación, según el gobierno, debería trepar un 155,4%.
Vuelvo sobre el contexto. La caída de la demanda de combustibles suma entonces un nuevo interrogante sobre lo que el gobierno estima. La caída de la demanda y el aumento del ingreso solo es compatible con la aplicación de nuevos impuestos.
A esto hay que sumarle una serie de desvaríos estadísticos que se asemejan mucho a una Obra de Arte (Dibujo) presupuestaria.
En fin, funcionarios del ejecutivo minimizaron el pedido de ajuste que Milei les formuló, en público, a los gobernadores. Quizás en breve admitan que lo expresado en el proyecto es solo una expresión de deseo que dista mucho de la realidad.