Reportaje al Dr. Alejandro Lanari, ex futbolista y médico
Alejandro Lanari es médico especialista en Medicina del Deporte y Fisiatría, pero además tuvo una reconocida trayectoria como arquero, consagrándose campeón de Primera División en la temporada 1986-87 con Rosario Central y con la Selección Argentina de Fútbol en la Copa América disputada en Chile en el año 1991.
Para hablar de su carrera como futbolista y de su profesión actual como médico, Lanari dialogó con Sergio Fischer y equipo, en el programa “Palabras Cruzadas”, que se emite por Radio De La Plaza Paraná (94.7) y Cadena Entrerriana de Concordia (96.5) de lunes a viernes, en el horario de 6 a 8 de la mañana.
Al comenzar la charla, Lanari se remontó a los años donde comenzaba su recorrido en el fútbol profesional, al mismo tiempo que estudiaba medicina: “Fácil, no fue, pero sí, más facil seguramente de lo que sería hoy. El inicio de la carrera deportiva, hace unos años atrás, era más tardío. Por eso, uno podía jugar al fútbol y terminar la escuela secundaria e iniciar la universidad”.
“Hoy en día los jugadores debutan en primera con un promedio de 18 a 19 años de edad. Por lo tanto es mucho más complejo”, comparó.
En este sentido, dijo que pasó etapas más fáciles que otras, según el técnico, “algunos me daban una mano para seguir adelante, y otros que directamente me decían: usted se tiene que decidir entre el estudio y el fútbol”.
“Los estudios los cursé por completo en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Cuando me compra Rosario Central todavía me quedaba un año para terminar de cursar, y en ese momento uno no podía hacer un cambio de universidad cuando le quedaba menos del 25 por ciento de la carrera. Entonces yo tenía que preparar las materias en Rosario y rendirlas libre en Buenos Aires”, recordó.
Y explicó: “Entonces practicaba en hospitales de Rosario, después iba y rendía libre en Buenos Aires, algunas materias eran fáciles y otras eran prácticamente imposibles rendirlas con esa modalidad, pero a mí no me quedaba otra”.
“Así, de a poco, fui continuando con los estudios, hasta que después de la Copa América de Chile, en 1991, tuve la suerte de ir a México para jugar en los Tigres de Monterrey, que pertenecen a una Universidad, y ahí pude hacer la especialidad en Medicina del Deporte y Fisiatría. Es decir que fue de gran ayuda para poder terminar los estudios”, valoró.
Sobre el hecho de ser futbolista profesional y al mismo tiempo estudiar una carrera universitaria, manifestó: “En mi época teníamos claro que con el fútbol no se salvaba nadie, entonces todos teníamos que pensar qué íbamos a hacer después. Por eso mis compañeros lo vivían con naturalidad, yo compartía todo con ellos. Por ejemplo, cuando estábamos en las concentraciones algunos se ponían a ver televisión y yo aprovechaba para estudiar, era normal para ellos esa situación”.
“Yo tardé ocho años y medio en terminar la carrera. Los cinco primeros los hice seguidos, y después tardé tres y medio para hacer el último año”, rememoró.
Inicios como médico
“Cuando termino de jugar al fútbol me llama Jorge Olguín, que era el técnico de Almagro, para que me integre a su cuerpo técnico como médico. Así que al mes de terminar mi carrera como futbolista ya estaba sentado en el banco de suplentes de Almagro como médico”, contó Lanari, durante la entrevista con “Palabras Cruzadas”.
Más adelante, repasó su actividad en reconocidos clubes de Argentina y del mundo: “Después, por más de 14 años me dediqué a la formación de juveniles. Estuve en el proyecto que el Barcelona de España hizo aquí en la Argentina, en lo que era la Candela de Boca, donde yo armé todo el Departamento Médico. Después fui director Médico en las divisiones juveniles de San Lorenzo, hasta hace unos años atrás”.
“Así que me dediqué mucho más a la formación de los futbolistas que a ser médico de un equipo de primera de división”, aclaró.
Caso Eriksen
“Afortunadamente lo que le pasó a Christian Eriksen es poco habitual, es decir que le afecta a un número muy reducido de personas. Son casos que resuenan porque le suceden a personas que en teoría son muy saludables”, opinó.
Y añadió: “Igualmente, tenemos que estar atentos por lo que pueda llegar a pasar en el futuro con las consecuencias del Covid – 19, en lo que se refiere a las afecciones cardiológicas, ya que todos los días aparecen nuevos efectos a tener en cuenta. Pero, antes del Covid, estos episodios eran muy raros”.
Al hablar de su experiencia personal respecto a la prevención de este tipo de episodios, contó: “Por ejemplo, cuando yo estaba en San Lorenzo, a todos los juveniles y a los entrenadores les enseñábamos técnicas de RCP y, además, teníamos áreas cardioprotegidas, es decir que teníamos un desfibrilador a menos de 300 metros de donde se entrenaba, y se capacitaba a quienes eran parte del plantel y del club para saber cómo usarlo”.
Rosario Central campeón temporada 1986 -1987
“La época de Rosario Central fue extraordinaria, porque se formó un equipo bárbaro, y en ese sentido nadie puede negar que el mérito se lo lleva Don Ángel (Tulio Zof). Además fue muy meritorio porque Central descendió y en el año que asciende sale campeón de Primera División”, resaltó.
Y dijo que “se formó un equipo de esos que se dan una vez cada tanto, porque cuando se arman planteles así en poco tiempo, con jugadores provenientes de varios equipos, es algo que puede salir bien como también puede salir mal, en este caso se sintetizó en un equipazo”.
“Fue realmente un campeonato extraordinario, de los largos y de los intensos, que se definió en la última fecha, con tres equipos con posibilidad de salir campeón”, concluyó.
Don Ángel
“Recuerdo que todos los años, en Rosario Central, le vendían dos o tres jugadores importantes, y entonces Don Ángel iba a ver las inferiores, para ver si surgía algún futbolísta que pudiera reemplazar a aquellos que eran transferidos”, relató.
En ese contexto, sostuvo que vivió situaciones anecdóticas, y ejemplificó: “Una vez, vino Don Ángel y dijo: vi un jugador que me parece que puede llegar a andar, y trajo a Pizzi. Después hizo debutar a jugadores como Chamot (José), el Chelo Delgado o Tapita García (Rodolfo). Es decir que tenía un ojo fuera de serie, porque pescaba estas perlas antes que nadie”.
Argentina Campeón Copa América de Chile 1991
“Esa Copa América la recuerdo con mucho cariño, porque era mi posibilidad de formar parte de la Selección Argentina. Por supuesto que el momento que más destaco es el partido que me tocó atajar (frente a Perú), porque, después del penal que le atajé a Maradona en el estadio San Paolo, de las alegrías más grandes que tuve en mi vida fue ponerme la camiseta de la Selección”, enfatizó.
Respecto al plantel que se consagró en esa Copa, lo calificó como “excepcional, que no por nada estuvo 27 partidos sin perder”. Y añadió: “Ésa fue una Copa América que a uno le gusta ver, con el seleccionado argentino mandando en todas las canchas”.
Falta de Liderazgo en la Selección actual
“Cuando me preguntan la diferencia entre las selecciones que integré y las de hoy en día, siempre digo lo mismo, ahora veo jugadores extraordinarios, que no sé si nosotros teníamos alguno de esa jerarquía, lo que no veo son líderes dentro de la cancha. En el plantel de Argentina en la Copa América de 1991 casi todos los jugadores éramos capitanes de nuestros equipos, o sea que había mucho peso dentro de la cancha, no solo futbolístico, sino también en lo que era el mando y la presencia”, comparó.
Por último, analizó: “Creo que eso es lo que nos está faltando hoy, tenemos jugadores de una calidad terrible, pero no tenemos tantos líderes dentro de la cancha que puedan manejar un partido, como el caso de Oscar Ruggeri, el Negro Vázquez, Leonardo Astrada, Gabriel Batistuta o Diego Latorre, por ejemplo, quienes tenían mucho peso en sus equipos, y eso se ponía en evidencia en la Selección”.